Retratando la luna llena

-Adiós, sr. Hyorinmaru- lo despedí.

Suspiré. Cuando Hyorinmaru se fue, dejó de hacer tanto frío. Extraño... Estaba sentada con las rodillas abrazadas, y miré los ojos rojos del joven.

-Lamento mi brusquedad, pero sería usted tan amable de decirme su nombre?

Aguanto su mirada. Aquellos ojos dorados... bien parecia que lo tenia todo bajo control. La prueva de fuego estaba echa. Se levanto y dio un salto en el que parecio que el tiempo se parara mientras el uchiha caia de espaldas a la joven

- La ventura guia nuestro destino y mi estrella esta lejos de ser encontrada, encuentra la tuya, agarrala y no la dejes escapar

Su voz sono neutra sin pizca de frio, incluso parecio algo alegre. Tras pronunciar esas palabras, el uchiha deseparecio dl lugar usando su sunshin para escapar de la vista de cualquiera.

Cerré los ojos al ver que ese joven desaparecía. Siempre se iba, no sabía ni su nombre. De qué tenía miedo, de que viera en su interior? Quizá no se diera cuenta de que para mí era un libro abierto; como todas las personas.

Aunque ese chico guardaba algo... un pasado tenebroso quizá.

-Interesante- murmuré levantándome con parsomonia.

Me acerqué a mi cuadro. Ya no me interesaba en absoluto, la cuestión era pintarlo. Lo saqué del atril y lo coloqué suavemente sobre la arena; quizá alguien lo quisiera.

Plegué el caballete, lo sujeté bajo el brazo, cogí mis pinturas y me marché de la playa, algo cansada y cabizbaja.