Cena gratis~ [2/2]

Salió de casa malhumorada, aún con las mejillas infladas e intentando ir lo más rapido posible sin correr esperándo que Dante no la alcanzara.

Miraba a toda la gente de la plaza con miráda crítica aunque cualquiera habría pensado que simplemente estaba de mal humor. Miró hacia atrás para ver a Dante chochándose contra un hombre, haciéndole caer al suelo junto con ella

-¡G-gomen! - dijo con voz angelical

Le ayudó a levantarse mientras escuchaba los farfullos de aquel hombre. Volvió a cambiar la expresión a una más seria esperándo a Dante

-Baka... -susurró refiriéndose al hombre

La seguí hasta la plaza pero a pesar de la hora había mucha gente. Alcancé a verla, chocando contra un hombre.. Corrí hasta ella y miré al tío con mala cara. Miré a Rikku.

- Perdoooona... ¡era sólo una broma!

Suspiré.

- Pero explícame por qué no es un problema...

Dije cruzandome de brazos.

Suspiró y miró a ver dónde se encontraba el hombre. Al ver que ya no estaba en su campo de visión avrió su pequeña bolsa sacándo una cartera negra muy lujosa.

La abrió de forma descuidada buscándo en la parte de los billetes y las monedas, sorprendentemente su corazonada era cierta. Sacó un fajo de billetes bastante interesante y se lo restregó por la cara

-Ya tenemos dinero - dijo de forma seca aunque mostraba una ámplia sonrisa

Tiró la cartera a un lugar alejado esperando que la policía la encontrase y después le miró con interés

-¿Dónde quieres comer?

Me reí a carcajadas al ver la cartera.

- Vale ya lo entiendo...

Miré a mi alrededor.

- Hmm.. un sitio donde comamos comida de verdad, la echo de menos...

Dije eso último riéndome.

-Uhm... Vayamos ahí - dijo con una sonrisilla

Se acercaron a un pequeño restuarante de comida rápida. Se sentó delante de Dante mirándole aún desafiánte

-¡¡Sigo esperándo una disculpa!! - dijo con voz infantil agitándo los brazos

Acto seguido miró hacia otro lado cruzándose de brazos y mirándole de refilón

- ¡Ya te he pedido perdón!

Dije poniendo mi cara delante de la suya y a la vez cogiéndola por la barbilla para girarla de frente.

- Oe... perdóname~

Dije con tono dulce y mirándola a sus verdes ojos... tan envolventes como siempre.

- Ya sé que no soy precisamente el chico de tus sueños...

Dije sonriendo y bajando un poco la mirada algo avergonzado.

Se sonrojó un poco al verle tan de cerca aunque su última frase estropeó el momento. Levantó el puño dándole un leve golpe en la cabeza

-Baka~... Sí que eres el chico de mis sueños... - se paró un segundo para hablar en susurro - a pesar de que me llames prostituta...

Le miró con expresión acusadora para luego sonreir

-¡Malo!

- ¡No te llame prostituta! Lo decía de broma porque no sabía como sacar dinero...

Dije sin levantar la mirada para luego hablar en un susurro.

- Yo.. solo quiero ser perfecto para ti.. y no hago más que cagarla...

Dije sonrojándome al oirme a mi mismo.. ¿Quería ser perfecto para ella? ¿Quería ser perfecto para alguien? ¿Quería ser diferente por alguien? ¿Qué me estaba pasando?

Se puso completamente roja. Le sostuvo la cara con sus manos haciéndo que la mirase. Había puesta una expresión de cariño impecable

-Idiota... Tú ya eres perfecto

Acercó sus labios a los de él dándole un beso suave y lleno de cariño. Después se separó para mirarle a los ojos

Un sentimiento extraño me dio al oirla y al sentir su beso.. Una mezcla entre un escalofrío, unas ganas de llorar y eso que llaman felicidad. No pude más que sonreir y mirar a un lado avergonzado.

- Tú sí que eres perfecta...

Susurré, pensando en todo lo que me hacia sentir.

Se alejó de él sonriénte

-Sí~ - dijo mirándo hacia otro lado

Buscó a un camarero y le hizo una seña para que se acercara

-Una perfecta ladrona - dijo antes de que llegase el chico

Pidió un perrito y esperó a que pidiera Dante sin perderle de vista

- Lo mismo...

Dije con desgana mirando a un lado, reteniendo todas las emociones que estaba pasando.. No era algo normal para mí, a pesar de los años que había pasado.. Nunca había querido enamorarme, simplemente me limitaba a ver a las chicas una vez en mi vida.

Miré a Rikku una vez y el camarero se había ido, aun aguantándo todo lo que sentía, mirándola muy serio por ello.

Al volver a dirigir la mirada a Dante con su ámplia sonrisa se lo encontró extremadamente serio. Un escalofrío la recorrió desde los pies a la cabeza. Se acercó un poco más a él y le cogió de las manos

-¿Ocurre algo? - preguntó con todo de preocupación

Negué con la cabeza y sonreí con cuidado, para no desbordarme.

- No te preocupes... no ocurre nada, pequeña...

Dije con un tono dulce y volví a mirar a un lado.

- Es sólo...

La miré de nuevo.

- Me haces sentir muchísimas cosas a la vez...

Admití.