Hogar Okami

Derepente ví como Lux...mi Lux se devatía en el interior de aquella cosa...dispuesta a atacarme...entonces parte de su cuerpo se transformó en el de Lux y el otro en el de quella cosa malvada...Lux me dijo que me fuese...pero no podía dejarle...no...mis miedos ya no serían jamás un impedimento...y no iba dejar que nada ni nadie me arrebatase a Lux...ni si quiera el mismo...entonces saque mi latigo capturador de almas...si aquella cosa quería luchar...hagamoslo pues

Voy a sacarte esa cosa...¡Y tu! ¡Quien quiera que seas!...que te quede claro que Lux es solo mio dije lanzandome contra él agarrando con el látigo su brazo izquierdo inmovilizando este

Ese bicho me había evitado...mierda...de repente ví como Lux se separaba de aquel cuerpo y creaba una especie de campo de batalla para aislar la lucha del exterior...me había dejado fuera...¡no!...su cuerpo rebosaba odio...y me miro...con una mirada melancólica...no...Lux...no...golpee el extraño cubo que parecía cristal intentando llamarlo...entonces creo un monton de arboles...arboles grandes y altos...arboles para que no pudiese verlo
¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!! dije con un grito

entonces llena de ira intenté atravesarlo una y otra vez pero no pude...las lagrimas empezaron a resbalar pesadas por mi piel enrojeciendo mis ojos mientras chillaba y me retorcía intentando atravesarlo...¿¡Por que?! ¿¿¿¡¡¡¡Por que siempre me pasa esto a mi!!!!!????

En medio de mi desesperación de repente note un cambio repentino...y mis doloridos ojos, de tanto llorar, vislumbraron de nuevo el interior del cubo...todos los arboles de su interior habían desaparecido...entonces ví a Lux...y a al ser maligno de repente detras suya...¡No!...entonces una oscura garra atravesó el brazo de Lux

¡¡¡¡¡Nooooooooo!!! ¡¡¡Lux!!! ¡¡¡¡Dejame entrar Lux!!!!... dije estallando de nuevo en mas sollozos mientras aporreaba aquel estraño campo de fuerza

Cuando creí que me moría de agonía Lux se dió la vuelta y no pude ver que hacía solo sé que de repente su otro yo se fusiono de nuevo con el y pude ver como Lux caía desde el cielo completamente inconsciente...me teletransporté con algo se suerte frenando algo su caída pero no lo suficiente...Lux estaba herido...asi que lo lleve volando a casa de nuevo en brazos mientras una lluvia continua caía sobre nosotros...jamás me había sentido tan culpable...cuando llegamos dejé a Lux en la cama y yo desabroche su camisa curando cuidadosamente cada herida de su cuerpo a la luz de una tenue lampara esperando a que recobrase la consciencia

tras haber esperado varias oras despierta Lux recobró la consciencia y me acarició...no podía creerlo...lo había salvado...y también lo había condenado antes a una posible muerte por mi culpa...coloque mi mano en la suya sosteniendola fuerte contra mi mejilla y comenzando a llorar lueego me abrazé a el colocandome en su pecho llorando

Ha sido todo por mi culpa Lux...todo ha sido por mi culpa dije entre sollozos

Lux no parecía entender nada..parecía asombrado como si nada hubiese sucedido...dios...todo había sido por mi culpa...podía haber perdido su vida y yo no fui capaz de hacer nada por el...todo por culpa de aquello...por culpa de mi pasado casi pierdo mi futuro...

Lux...perdoname...dejame...dejame que te explique el por que...si me dejases te puedo explicar todo sobre mi...quiero que sepas quién soy y por que todo esto..por que soy como soy...te quiero y no quiero perderte Lux...ahora mismo eres lo más importante para mí


OFF: perdona por haber tardado un milenio en contestar la mierda del ordenador furula cuando quiere...lo siento u__u

Lux me negó con la cabeza...dijo que quería vivir el presente y dejar atras el pasado...y creo que yo hace tiempo debí de haberlo hecho...me dió un beso y me acurrucó en su pecho...algún día se lo contaría...algún día le explicaría el motivo por el que estoy aquí...eso quizás...algún día...pensé mientras lentamente me sumergía en un sueño profundo y reconfortante protegida por los brazos de Lux

No se por cuanto tiempo estuve dormida...pero el sueño fue profundo y reparador...cuando me desperté me escocían los ojos de haber llorado tanto...casi no podía creer todavía lo que había pasado pero al notar el corazón de lux palpitando suavemente y acariciar su calida piel desnuda me sentí mejor que nunca, protejida...amada.

Alzé mi cabeza aún apoyada en su pecho y lo mire dedicandole una sonrisa cálida, Lux parecía estar esculpido por los angeles, sus azules ojos me cautivaban y su suave piel producía una reacción en mi que nunca antes había sentido...suspire...y ronronee como un gatito mientras me removía en su pecho mirandole con ojitos de cachorito ^^

Entonces Lux me beso la frente y me recosto en su pecho y vi como una lagrima se deslizaba pir su mejilla...me dijo algo precioso pero me inquietaba el verlo llorar, sin saber si era de felicidad o de tristeza, asi que me incorpore y lo mirçe a los ojos, tome su cara con mis manos y le di un lento beso, me puse de rodillas sobre el y baje las manos por su cuello acercandolo mas a mi mientras el beso se volvia mas apasionado

Lux continuó el beso con una pasión inesperada, no podía leer sus pensamientos pero por algún motivo le notaba mucho más cercano que nunca, ¿sería por la situación?, ¿por el hecho de haber estado al borde de la muerte?...mi mente empezó a hacerse preguntas pero no por mucho tiempo por que Lux incrementó la pasión del beso dejandome sin aliento a pesar de en el fondo estar muerta, algo que resultaba irónico, pero Lux me devolvía la vida, pero no a la que ya a saber cuantos años había abandonado si no a una nueva donde el amor formaba el pilar de mi vida, un amor sin limites, nuevo, verdadero, o eso quería pensar pues parecía que el tiempo era ingsignificante a su lado...un tiempo indefinifo, un amor para toda la eternidad

LUx me tomó de la cintura llevandome a su cuarto de forma algo violenta pero imponente e increiblemente seductora haciendome olvidar todo y dejandome llevar por la pasión, Lux me acariciaba me tocaba y me hacía sentir toda una reina...y yo quería más

Entonces comence pasar mis manos por su torso desnudo mientras comenzaba a besar su cuello apasionadamente, a su vez mordiendolo y chupandolo entre suspiros mientras mis manos iban bajando...poco a poco...

Mirar sus bellos ojos podía lograr que el mundo se viniera abajo; que todo lo que antes era importante, se desmoronara para centrarse única y exclusivamente en ella. Tal como las sirenas encantan a los marineros, Meroko me encantaba con su mirada. Nunca pude rasgar su piel, sin sentir culpa, ni tampoco dejar que otros lo hicieran. Si estaba en peligro, era capaz de mover montañas con tal de protegerla. Aunque en su situación, siendo la demonia más hermosa que existía, ya no necesitaba tanto de mi protección: Meroko lograba dar miedo. Que interesante la hacía y que seductora…

Las palabras poco valían. Con tan solo una mirada o una caricia nos decíamos todo. Pero, nunca venía de más hacer algún que otro comentario referente al momento.
Pasé con suavidad el dedo pulgar por la superficie carnosa de sus labios, al instante en que se los mordía. La temperatura de mi cuerpo aumentaba furtivamente. La deseaba, la necesitaba, la amaba. Por sobre todas las cosas sentía un profundo amor por mi querida, en cuanto a belleza externa e interna, siendo la segunda mucho más interesante. Desde el momento en que no pude entrar en su cabeza –sin intención, obviamente- noté que ella era especial; con el tiempo, mi alma gemela. Es que las cosas de este tipo realmente existían; podían haber miles de escritores o filósofos que no creyeran en las cuestiones. Lo único que valía era nuestra creencia.

La mayoría de las veces solía ser Meroko la que controlaba la situación, dejándose llevar aun por sus impulsos; mas esta vez no sería así…Ella podía lograr sacar facetas de mí que ni yo mismo conocía.
Mis manos bajaron con rapidez hasta sus muslos, mientras que nuestros labios se desgarraban en un minuto de deseo continuo. Notaba como su aliento calido, tan familiar y nunca tedioso, se adentraba en mi garganta casi tapando mis glándulas gustativas. Gruñí.
La levanté como a una pluma, obligando a que sus frágiles y delgadas piernas rodearan mi cintura con firmeza; aunque no lo hiciera, no iba a soltarla jamás. De tan solo imaginar que cualquier mínimo golpe podría romper su cuerpo, cual vidrio sensible, se me partía el alma en dos –Si poseía alguna-.

Rápidamente nos encontrábamos frente al escritorio central. Deposité su figura en el mismo, sentándola en el medio. Aún sus piernas reposaban firmes en mis caderas, por lo que la distancia entre ambos era nula. Acariciando los costados de su cuerpo, llegué hasta su nuca, enredando los dedos detrás de su cabello al paso que inclinaba su cabeza para profundizar y descontrolar aún más el beso. Expresaba lo que sentía, lo que me ocurría.
Mis labios fueron bajando poco a poco, por su garganta, hasta quedarse perplejos en su cuello. Allí, era como una suave caricia donde se borró todo rastro de pasión, a pesar de ser todo lo contrario. La estaba incitando, provocando, como tantas veces me lo había hecho ella a mí. Formulé una sonrisa sobre su cuello, cerca de su clavícula, presionando su rostro por la nuca.
Comencé un nuevo recorrido, que llegaba hasta por debajo de su oreja y volvía a aquel hueso tan particular. Cortos besos, suaves, mas cuando finalicé mis dientes mordieron la piel de su cuello –sin lastimarla- respirando sobre aquel lugar. Excitante…

Lux me levantó haciendo que mis piernas se ciñieran a su esbelta y musculosa cintura, el contacto de nuestros cuerpos era como el fuego, la atracción hacia Lux era interminable, lo amaba, con cada sonrisa, con cada movimiento, con cada pequeño detalle que hacía mas intenso aquel momento. Un amor que daba paso a la pasión. Una pasión desenfrenada.

Lux entonces colocó mi cuerpo en el escritorio y yo me aferre más a él, aún llevaba puesta mi ropa y noté tanto calor que me dieron ganas de hacerla desaparecer pero Lux entonces entrelazo sus dedos con mi pelo haciendo que el beso fuese más intenso, cuando yo ya creía que no podía ser mejor, Lux me sorprendía, sus labios me hacían olvidar el pasado, ¿donde quedaba el verdadero amor allá entonces? ¿Y por que tenía que haber esperado tanto para encontrarlo?...ahora eso daba igual puesto que la espera había merecido la pena pues me sentía arropada por el ser más perfecto que jamás habían vislumbrado mis ojos.

Lux comenzó entonces a recorrer con sus labios mi cuello, pero esta vez de forma delicada, como el paso de una pluma, sus labios suaves como la seda, subiendo y bajando por mi cuello con una infinita delicadeza digna del angel al que amaba. Sin embargo cuando creí que Lux trataba de controlar aquel torbellino de pasión en el que nos veíamos envueltos, este mordió mi cuello haciendome sentir un intenso placer.

Acto seguido lo tomé de la nuca atrayendolo de nuevo hacia mí dandolé un largo beso, luego poco a poco me acerqué hacia su oído y susurre entre suspiros mientras en un inpulso repentino le atraje violentamente hacia mi cuerpo amoldadolo al suyo aún más...

Tomame...pues soy y seré para siempre tuya

Era imposible explicar los miles de estímulos que me recorrían cuerpo con cualquier mínima caricia o contacto que poseía con el cuerpo de mi querida. Y ni hablar de cuando se mordía los labios denotándose el placer que sentía. Moría y volvía a nacer miles de veces.
Completa era mi suerte ya que el lector de mentes, único en la familia, era yo. Podía ocultar este tipo de cosas sin que nadie se percatara siquiera. Podía ver nuestro futuro, mas en ningún momento se le había cruzado pensamiento como este en su cabeza, ya que no lo habíamos planeado. Se dio en un momento impreciso, con tan solo una mirada de complicidad entre mi querida y yo. Fue espontáneo. Eso lo hacia mas peligroso y deseable.

Mi lengua dibujó un par de círculos donde anteriormente había mordido su suave y delicada piel. De los labios de mi querida empezaba a suspirar, que alteró todo mi sistema cuando entró por mis oídos. Mi cabeza comenzó a dar vueltas y tuve que controlarme para no parecer desesperado.
Sus manos buscaron mi cuerpo, aferrándose a cualquier parte que encontrara. Me acercó lo suficiente, cortando la mera distancia que reclamaban nuestros sentidos. Allí fue que subí de nuevo a sus labios, dándole besos cortos, con lo cual mordí el superior ya sin ser capaz de mantener mi auto-control.
Rápidamente, comencé a desabrochar los botones de mi blanca camisa, uno por uno, en un tiempo mínimo record. La intensidad de los besos de Meroko incendiaban un fuego, uno inexistente ante los ojos humanos pero bastante notorio entre nosotros, entre nuestra pasión. Me despojé por completo de la prenda superior, arrojándola al suelo, dejando al descubierto mi blanquecino torso. Fijé mi vista en ella, separándome un poco de sus labios. Necesitaba mirarla, analizar aquella picardía que se desprendía de sus ojos.

En el pasado, buscaba y encontraba miles de razones para rechazar este acontecimiento. No deseaba lastimarla, no quería descontrolarme y lograr matarla. Después de todo, me le había entregado únicamente a Meroko.
En este momento ese pensamiento se me cruzó por la cabeza. No se me ocurría nada –teniendo en cuenta que NO quería encontrar excusa-, excepto que la vida era demasiado breve como para no aprovechar las oportunidades que nos brindaba. ¿Aunque, para nosotros, era breve? Sonreí de lado ante aquello, inclinando la cabeza.
Posé ambas manos en sus piernas, en sus rodillas, y con lentitud fui subiendo las caricias hasta llegar a su vientre. Mis dedos se escabulleron por debajo de su blusa, buscando a tientas su piel, aquella calidez. Mientras tanto, mis ojos brillosos, estaban tan fijos en los de Meroko que casi no movían; no daban señales de vida, tales como los de una estatua –a diferencia que de los míos resplandecía un brillo de entusiasmo-. Comprender a estas instancias que no estaba muerto –del todo- intensificó la sensación de placer.

Mis puños se cerraron en torno al borde de la tela. La levanté hacia arriba, quitándole aquella blusa por el cuello, arrojándola hacia otro lugar de la vacía habitación. Recorrí su esbelta escultura con la mirada, acercándome de nuevo a sus labios, pegando mi torso desnudo al de ella, aun levemente cubierto por el sostén.
Atrapé su boca con frenesí, ladeando mi rostro hacia un lado para seducir con mis labios sobre los suyos, logrando besarla. Mis dedos también se deslizaron, pero por su espalda, pasando con rapidez al frente. Con los índices comencé a dibujar formas invisibles en su piel enfatizándome en el contorno de sus senos.
Curvé la espalda para bajar mi rostro hasta el centro de su pecho y así impregnar la marca de mis carnosos labios en aquellos lugares. A pesar de todo lo vivido seguía tratándola como aquella muñeca frágil que podría llegar a romperse…claro, lo hacía cuando algo de cordura quedaba presente. No sabía como podría llegar a reaccionar, más cuando la mía estaba pendiendo de un hilo.

Off// No se lo que llevas puesto osea que he puesto una blusa y un pantalón normal, si me equivoco dímelo para que al siguiente post pueda rectificar.

En ese momento Lux comenzó a desabrocharse la camisa...no era la primera vez que veía su pálido torso desnudo pero al verlo sentía las sensaciones de la primera vez, y un deseo se apoderaba de mi mente, un instinto animal que me pedía saborear cada poro de su piel, tocar su cuerpo esbelto cual marmol tallado, ni los dioses griegos esculpídos por el mismisimo genio del renacimiento, Miguel Angel podían compararse a aquel ser.

Cuando me quitó la blusa dejandome en sostén sentí como su dedos jugaban por mi espalda haciendome estremecer y haciendome que el bello se pusiese de punta, frio, calor, dulce, salado...cada vez que la lengua de Lux jugaba en mi boca, cada vez que se acercaba a mi lo suficiente como para poder notar cada parte de su cuerpo sentía que todos aquellos sentidos se fundían en mi interior provocandome un delicioso placer.

Cuando comenzó a bajar por mi pecho sentí un deseo incontrolable de más, un deseo más allá de la razón. entonces no pude controlarme y comencé lentamente a bajar la cremallera que poseía mí sosten que utilizaba siempre como uniforme y que tenía esta como apertura, hice sonar cada eslabón de la misma lentamente provocando a Lux, esperando que de un momento a otro tomasé el la iniciativa y perdiese el pequeño control que aún frenaba nuestros impulsos, pero yo estaba decidida a romper las reglas, y ya era demasiado tarde para arrepentirse, aún que no había motivo para ello, puesto que amaba a Lux, y si era alguién con quién quería romper estas barreras, era solo y únicamente con él.