Casita de Haruhi =w=

De repente, un chico baja de su lomo de un salto y como si nada, se disculpa por los destrozos de su... supuesta mascota.

-No me vengas con dichos ahora...- Dije con cara de fastidio

Y antes de volver a decir nada el chico lanza una bola de fuego a los restos de la casa, lo que hizo quedarme con cara de: .__.
Se reia como si fuera divertida la situación, mientras yo volvia de mi empanamiento. No tenia aprecio alguno a mi casa, pero necesitaba un sitio donde vivir.
Entonces el chico me ofrecio vivir con el. Al principio me sorprendio un poco la propuesta pero entonces solte:

-¡Faltaba mas! Encima que tu bicharaco y tu me habeis destrozado la casa... El problema es que ahora mis cosas estan incineradas, pero supongo que me aportaras lo que necesito. è___é

Dije sacudiendome la ropa, hasta que pregunto mi nombre:

-Haruhi... Haruhi Suzumiya...

Me habia molestado el que dijera 'humana'. Me hacia pensar en lo que era realmente, una simple humana, por desgracia.

-¿Y tu? ¿Cual es tu nombre?

Pregunte intentando subir al lomo del mounstro.

Yo Jane, tu Tarzán....No, espera, yo me llamo Gig, encantado Haruhi

*Digo mientras esbozo una sonrisa, como la de un niño pequeño, pero a pesar de demostrar inocencia, tiene un tinte retorcido y macabro, que incomoda a cualquiera. Tras decir esto, veo como intenta subir a Munchy, así que silbo dos veces este pega un pequeño salto vertical*

Perdon, he confundido la orden ^^, Munchy, agáchate

*Tras decir esto, Munchy se agacha, permitiendonos subir*

Bueno, disculpa el destrozo de tu casa...A veces me paso un poco con las bromas ^^

... ¿De que coño va este tio?

No pude evitar pensar. No podía igualar su físico con su edad mental, de ocho años, lo que hacia que me pusiera nerviosa. Pero el mero echo de que tuviera a Munchy (que así se llamaba su monstruo) como chucho y pudiera hacer magia me intrigaba, así que lo único que podía hacer en esos momentos para parecer medianamente simpática y poder vivir con él, era calmarme.
Después de poder subirme FINALMENTE a Munchy, nos pusimos en marcha.

-¿Acaso lo que has echo era una broma?... Pues tienes el gusto en el culo. Si al menos lo hubieras echo mientras me estaba cambiando o duchando o en alguna otra situación embarazosa hubiera sido más divertido... Pero en fin, da igual. No te preocupes...

Dije con una sonrisa forzada mientras nos alejábamos del lugar