Donde nos conocimos... [2/2]

Se colocó de cuclillas para estar a la altura de su cara y así darle un toquito en la frente

-Más te vale... - le sacó la lengua y se tumbó hacia atrás en la arena

La verdad es que la idea del castigo le parecía bastante buena, pero tendría que pensar algo bastante cruel... Sonrió mirándole de refilón

-Ya lo creo que vas a recibir un castigo... - dijo con una sonrisa maligna - Pero... Ya lo pensaré...

Se volvió a levantar y le abrazó con cariño

- Mientras.. ¿puedo seguir abrazándote y besándote?

Dije con una sonrisa y sin esperar respuesta volví a besarla con cariño. Al separarme dejé mi frente pegada a la suya.

- Lo siento... lo siento muchísimo pequeña.. no quería hacerte daño y la cagué hasta el fondo...

Susurré

No tenía pensad contestarle ya que pensaba hacerse la dura algún tiempo, sin embargo, y como tenía costumbe, volvió a besarla sin dejarla reaccionar. Al separarse y quedar frente contra frente le sonrió de manera sincera.

suspiró de forma sonora y se inclinó un poco para lamerle la nariz

-Hasta el fondo es decir poco...

Se acurrucó contra su pecho para notar su calor

-Pero... como lo hagas otra vez te mato

Habló con voz seria y sincera a pesar de la sonrisa que tenía en el rostro

Me reí un poco.

- Si lo volviera a hacer, que no lo haré... te suplicaré que me mates...

Dije aún con la sonrisa en mis labios mientras la abrazaba y acariciaba su pelo con una mano.

- Aunque te va a costar un poco..

Bromeé

Infló las mejillas frunciendo el ceño y se alejó de él para mirarle de forma asesina.

-Me inflavaloras... - dijo cruzándose de brazos y mirándo a otro lado

*Bakabakabakabakabakabaka~*

Le volvió a mirar de refilón. No tenía pensado matarle, aunque de verdad volviera a hacerlo, no podría por ella.

Le enseñó la lengua y volvió a girarse con un sonoro

-¡Jum!

- No te infravaloro, pequeña..

Dije tomándola por la cintura.

- Sólo te digo que mi hermano me ha clavado múltiples veces a mi Rebellion y sigo aquí..

Dije sonriente y le di un beso en la mejilla.

Le miró de refilón dejándose acercar hacia él.

-Pero... Yo no soy tu hermano - afirmó dándose aires de grandeza - ¡Soy más fuerte!

Alzó una de sus manos al cielo haciéndo el signo de la victoria y riéndo por ello.

Le acarició la cara mirando al horizonte

-Si tuviera que hacerlo buscaría el modo... - dijo casi en un suspiro

Me rei por lo que dijo.

- Si, claro...

Dijo que buscaría el modo.

- Y lo encontrarías.. créeme.

La tomé de la barbilla para que me mirara.

- Tan sólo con alejarte de mi ya me matarías...

Susurré y rocé sus labios. Sonreí.

- Tenía miedo de perderte..

Dije abrazándola de nuevo.

*Ya sé que lo encontraría...* -Pensó para si misma con una sonrisilla

Su siguiente gesto la volvió a tomar por sorpresa, apenas recordaba todas esas acciones propias de él por lo que se volvió a poner roja.

*¿Será con esto con lo que escandiló a la otra...?* - pensó apenándose un poco

Agitó un poco la cabeza para olvidar aquella idea y se aferró a él con fuerza

-Tenías miedo de algo que no llegó a pasar... Sin embargo... yo te perdí por un tiempo... - dijo con voz apagada

Le abrazó con más fuerza y después volvió a sonreir con fuerza dándole un beso breve pero cargado de sentimiento

-Bueno... ¿Qué te parece que tu primer castigo sea invitarme a un helado? - dijo manteniendo la sonrisa

Mi cara se tornó apenada cuando dijo que me perdió por un tiempo.

- Oye, eso no es verdad...

Suspiré.

- Las cosas claras: el sexo es solo sexo si no es contigo...

Dije muy serio. Entonces volvió a sonreir y me abrazó. Me dijo que la invitara a un helado.
Me eché la mano al bolsillo buscando dinero.

- Vale, hoy te puedo invitar

Dije sonriendo y echándome una mano a la nuca.

- ¿Qué? No sólo tu sabes robar.. solo que yo le robo a mi hermano

-Affúuu....

*Creo que no quería tanta información*

Al ver que sacaba dinero de su bolsillo y se excusaba como ladrón se echó a reir

-¿Me vas a hacer la competencia? - rió - Además... pobre Vergil...

Se levantó mirándo al cielo empezaba a oscurecer y hacía bastante frío aunque no se dio cuenta hasta que una brisa la recorrió entera

-Brr... - dijo abrazándose durante un instante

Le tendió la mano para ayudarle a levantarse

-Vayamos pues... aprendiz de ladrón

- ¿Pobre Vergil? Es el dueño de no-se-cuantas multinacionales y lleva ahorrando desde hace.. casi 2000 años... ¡Pobre yo!

Cogí su mano pero me levanté solo. Le acaricié la cara y le di un leve y dulce beso.

- Vamos pues...

OFF. Seguimos en la heladería.