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Era cerca de medianoche cuando ambos llegaron a la playa. La luna llena se alzaba majestuosa en el firmamento destacando por encima de todos los diminutos puntos luminosos que llenaban el cielo oscuro. Era una perfecta noche para disfrutar de las estrellas, pues el cielo se encontraba despejado de nubes y la playa se encontraba lejos de la sociedad humana. Un lugar idoneo donde nada molestaba la naturaleza ni impedia gozar de intimidad, aquellos que lo desearan claro esta.

Asimismo, este no era el caso del joven cuya mano se encontraba entrelazada con la de una gentil chica de su misma edad, tecnicamente. Una ligera brisa ondeaba el pelo de ambos, esta era refrescante pero sin hacer frio dado que era una noche de temperatura templada. En aquel entonces habia marea alta y en uno de los lados aproximadamente a treinta i cinco metros de donde se encontraban ellos habian unas rocas que no llegaban a ser cubiertas por el agua.

Él guio a la albhed hacia la arena, cerca de donde llegaba el agua de las olas fue el sitio elegido para sentarse. Este, se sento detras de la chica rodeandola con sus brazos tiernamente a la par que le besaba suavemente el cuello y susurraba - ¿esta bien aqui, mi reina? - Lentamente, dejo el abrazo para acariciar ambos hombros de la joven.

Caminaban despacio, sin embargo el rato que tardaron en llegar a la playa se desvaneció como un suspiro. Al llegar a la playa se sorprendió por el ambiente, era bastante cálido, casi podía recordarle al lugar del que ella provenía.

*Extraña temperatura en esta ciudad en esta época...* - pensó torciendo su boca en una sonrisa torcida.

Siguió próxima él, observando la sombra de ambos en la arena mientras dejaba que sus pies se hundieran levemente. De pronto el exshinigami se colocó a su espalda y se sentó ayudándola a ella a hacer lo mismo.

Al notar sus besos la recorrió un escalofrío y sus palabras la hicieron estremecer para ruborizarse levemente un instante después

-Es perfecto... - murmuró

Elevó la vista al mar acurrucándose un poco en Kousen de forma instintiva. Lentamente levantó la vista hasta la luna dejándose embriagar por ella mientras sonreía de forma tonta

-Nee Kousen... ¿Cómo es el mundo de los muertos...? - murmuró sin mirarle

Seguía mirando la luna. La perfecta y brillante luna que bañaba a la pareja con su luz cristalina. Fue entonces cuando notó su abrazo. Algo extrañada ladeó la cabeza para poder ver su expresión por el rabillo del ojo. Se le veía... ¿Aflijido?

Llevó sus manos hasta las de él para apretar algo más el abrazo y volvió a mirar al cielo, escuchando sus palabras de forma tranquila.

Trató de imaginarse lo que sería su mundo y aunque pensó que no sería un mundo realmente agradable, la voz de Kouzen la hacía plantearse lo contrario.

Al notar la presión en sus manos trató de llevar las suyas a las de él, mientras las observaba algo asustada. Quizá había dicho algo que no debía.

Al notar el baho que produjo al hablar cerca de su cuello se le erizó el vello. Miró hacia alante quedándose helada por un instante ruborizándose por completo. Apoyó entonces su barbilla en su hombro y ella llevó su mano hacia su mejilla, acariciándola casi sin darse cuenta

-N-no... es necesario que te preocupes... por mí... - dijo con una sonrisa nerviosa

Se habia dado cuenta del cambio en su voz mas no se aparto de el, siguio a su lado. Cuando este puso su cabeza en su hombro, ella le acaricio su mejilla haciendoe sentir una especial sensacion de placidez. Sin embargo, la parte racional de su ser rapidamente se impuso a aquella que deseaba seguir en aquel estado indefinidamente.

Quizas la habia asustado o algo... Entonces la desesperacion se apodero de el. Lentamente pero con firmeza, levanto en vilo a Rikku cogiendola con suavidad por los muslos para girarla y hacer que quedase mirandolo de frente. La deposito suavemente en la arena y la abrazo tiernamente depositando su cabeza en el pecho de esta a la par que inspiraba hondo.

- Lo siento - Fue casi una suplica, entonces levanto la cabeza y la miro a los ojos con devocion, puso sus manos en las mejillas de esta a la par que se la miraba con adoracion.

Se repente la situación cambió por completo .Se sorprendió bastante al darse cuenta de que la cogía por los muslos girándola para quedar frente a él. Colocó las manos a ambos lados al ver que la abrazaba acurrucándose en su pecho.

Sonrió de forma cariñosa y le abrazó la cabeza acariciándole el pelo de forma tranquila. Sus palabras la hicieron quedarse perpleja. Ladeó la cabeza mirándole cuando de repente soltó el abrazo dejando sus manos en su mejilla.

Se ruborizó bastante ante sus reacciones ya que no estaba para nada acostumbrada a ellas para después sonreír de medio labio.

-¿El qué sientes...? - dijo simplemente

Llevó sus manos hasta las de él y luego volvió su cabeza para frotar sus mejillas contra sus manos

Al quitar las manos de sus mejillas abrió los ojos observando su cara algo aturdida. Lentamente empezó a besarla, algo más seguido que las veces anteriores, haciendola derretirse por momentos. Ese era el habitual efecto que el exshinigami provocaba en ella.

Se dejó caer hacia atrás hasta que sintió que se recostaba sobre la arena, momento que aprovechó para abrir los ojos y mirarle de forma cariñosa. Alzó una de sus manos para acariciarle la mejilla para acto seguido recibir sus besos.

A pesar de dejarle espacio llevó su mano libre hasta su espalda, deslizando las yemas de sus dedos hasta llegar a la zona lumbar para después tirar un poco hacia sí para quedar más juntos.

Sus palabras la hicieron ruborizar abriendo su boca levemente, no se esperaba esas palabras por lo que sin poder articular palabra de dejó llevar por lo que le pedía su cuerpo en ese momento. Elevó la cabeza acercando sus labios a los de él, para después tratar de abrirse paso hacia el interior de su boca con la lengua.

-No deberías decir eso... - dijo al separarse del beso, cerca de su oido para que no viera su sonrojo

La lengua de ella se abrio paso en la boca de el donde se encontro con su lengua. El contacto de ambas produjo un leve estrecimiento por el cuerpo del chico que se deleitaba con el momento. Las lenguas juguetearon tiernamente hasta que al fin el beso se rompio.

Las palabras de la chica apenas le immutaron dado que estaba como echizado por el reciente beso. No vio su sonrojo puesto que le hablo cerca del oido quedandose el a la par cerca del suyo. - Mentir esta mal... asi que debo decirlo - le susurro este en respuesta.

Lentamente dejo caer su cuerpo encima el del a albhed, poniendo su frente con el de la suya y sonriendo. Sus manos se deslizaron cada una por un costado y jugueteaban con los extremos del sujetador de esta.

Su respuesta la desarmó completamente. Rió por lo bajo algo azorada sin saber muy bien que decir. Simplemente se dejó caer de nuevo hacia atrás junto con el cuerpo del exshinigami, dejando que apoyara su frente en la de ella para ver su perfecta sonrisa con un sonrojo que esperaba fuera imperceptible por la escasa luz.

-No sería una mentira...

Se estremeció al sentir el contacto de sus manos en sus costados, y sin poder evitarlo echó una mirada algo contrariada para después mirarle con una sonrisa pícara

-De verdad te llama la atención mi ropa... - murmuró

Alzó sus manos hasta pasarlas al rededor de su cuello volviéndole a abrazar levemente, excusa que tomó para volver a acercar sus labios a los de él para volver a besarle tiernamente cerrando los ojos para dejarse invadir por el momento

A pesar de que llevaba bastante tiempo tratando de replicar la posición que le había asignado como reina, cada vez que escuchaba esa palabra salir de su boca se sentía ligera. Notaba que se le iban las fuerzas mientras su corazón bombeaba con toda la velocidad posible para poder llevar el sonrojo a sus mejillas dejándola más indefensa.

Mas esta vez, su sonrisa la tenía totalmente cautivada. Miró sus labios mientras hablaba de su ropa haciendo que su sonrojo se mantuviera vigente para después ser silenciada por el beso que tanto ansiaba.

Una de sus manos acabó en su cabello, para así juguetear con su pelo. Abrió los ojos un instante para recordar el color: blanco. Tan blanco como la luz de la luna que los bañaba es ese momento.

Cuando separó el beso volvió a llevar las manos a su espalda en su tieno abrazo, más sus palabras la dejaron boquiabierta un instante que él mismo aprovechó para volver a besarla. Volvió a cortar el beso un segundo. Bajó la cabeza ya que le resultaba bastante difícil decir esas cosas

-Si yo soy una estrella... Tú eres mi luna - murmuró

Alzó la vista más roja si era posible y volvió a besarle tratando de hacerle distraerse mientras trataba de bajar el sonrojo

Las mejillas del vizard se sonrojaron por las palabras de la albhed a la par que toda su mascara de dureza se fundia lentamente para dejar paso a la carne y sangre... En aquel entonces, cuando ella lo abrazo para seguir besandole haciendo que este perdiera la cabeza y se centrara solo en lo que estaba haciendo que era ni mas ni menos que entregarse en cuerpo y alma a cada roce de labios entre ambos.

No pudo hablar, mas siguio besandola sin fin distrayendose en el aroma de esta, distrayendose en las caricias en sus pelos. Su otra mano moviendose independientemente de su cuerpo, se deslizo detras de la espalda de la albhed para juguetear con el cierre de su sosten. Los ojos de él se encontraban cerrados deleitandose en el fantastico momento. Su cuerpo, a la par empezaba a arder por el próximo contacto con la chica, era ahora un poseso de sus sentimientos lejos de la racionalizacion.

Que el exshinigami no hablara la ayudó a calmarse momentáneamente. Seguía sus besos mientras notaba el calor de estar con alguien, esa sensación que la hacía sentirse llena, satisfecha... feliz.

Sus manos se deslizaron entonces de su cabello a sus mejillas, para luego seguir bajando. Siguieron el contorno de su túnica sosteniendo la parte blanca de ésta, tirando de ella hacia sí.

Al notar su mano tanteando su espalda la enarcó mientras suspiraba levemente cortando el beso por un instante. Le dedicó una mirada pícara con una sonrisa cariñosa justo antes de rozar su nariz con la de ella para volverle a besar, desatando toda su pasión en ese beso.

Su cuerpo seguía los movimientos que dictaban sus impulsos. Hacía bastante que no conseguía centrarse, las ideas de su cabeza, normalmente desordenadas de por sí, se encontraban perdidas... mezcladas.... o simplemente habían dejado de estar.

Se dejaba llevar por los besos del exshinigami, dejando que lentamente sus manos recorrieran sus espalda erizando su piel y haciendola sentir un cierto sonrojo junto con algo de verguenza.

Mas su abrazo la ayudó a cubrirse, haciéndola sentir más segura. Deslizó sus manos por su pecho, hasta llegar hasta sus hombros, llevando tras de sí la capa exterior de su túnica.

Cesó sus besos un instante bajando la mirada algo contrariada y nerviosa, pero al final se decidió a continuar. Sus labios se acercaron al cuello del vizard por un instante. Cerró los ojos dejándose embriagar por su aroma para después echar el vaho sobre su piel de color blanquecina sembrando un beso luego en el mismo punto.

Algo más tranquila, dejándose llevar por sus sentidos entreabrió la boca para morderle levemente el cuello.

La piel del exshinigami la tentaba. Una piel tan blanquecina y perfecta... Por un instante olvidó que el vizard era un guerrero, viendolo solo como un ser humano... de su misma edad... con sentimientos parecidos... Pero no por ello sería normal para ella, él era especial.

Notó como su piel se erizaba, haciendola sonreír de forma satisfecha por un mero instante antes de morderle. Se dio cuenta de que bajaba su cabeza acercándola a su oido.

Sus palabras la hicieron sonreír por un instante para después volverse a ruborizar de forma momentánea.

-Tonto... - murmuró

Las manos del exshinigami seguían recorriendo su cuerpo, esta vez llegaron a su pecho, masajeandolo lentamente, provocándole un sonrojo bastante fuerte. Volvió a guiar sus labios hasta su cuello, esta vez para lamerlo de abajo a arriba, soltando después un poco de aire sobre la parte húmeda y besándole en los labios al final.

Sonrió con bastante satisfacción al verle ruborizarse. No era lo más normal en su cara, que parecía siempre calmada y sonriente, era mucho mejor. El sonrojo le saba un tono de viveza que hizo a la Albhed morderse el labio inferior levemente.

Entonces notó el vaho del exshinigami sobre su cabeza, haciendo que su vello se erizara a medida que recitaba aquellas palabras que la hicieron estremecer. No sabía como contestarle, sólo se le ocurrían cientos de palabras sin sentido, o palabras que podrían destruir el momento.

Tuvo suerte ya que el vizard deslizó su mano otra vez por su cuerpo, llevándola esta vez hasta su barriga. Soltó aire de forma algo más fuerte sin poder evitarlo para después mirarle completamente ruborizada

-El único rey que hay aquí eres tú... - murmuró azorada.

Llevó una de sus manos a su cuello acariciándolo levemente para luego acercarle hacia ella para envolverse en un beso. Su mano libre trató de zafarse por completo de la parte exterior de su túnica para después recorrer la espalda del chico lentamente