Hogar de Morgana

Aun no se habia despertado. La chica estaba en un trance y el uchiha la observaba, alli quieta como una muerta y sin embargo tan... tan... Daba igual, se quito la empanada mental que llebaba y se situo delante de la mujer y le abrio los parpados con delicadeza y luego entro dentro de ella.

Se encontraba justo detras de Morgana, en frente un hombre de sonrisa calida y ojos grises. No hacia falta ser un genio para ver que ese hombre sentia algo por Morgana. Recordo una de sus conversaciones... era ese el profesor de musica?

La escena cambio. Ahora el hombre estaba sangrando en el suelo moribundamente. A juzgar por la posicion de Morgana, esta estaba espantada, era comprensible. Acababan de matar a su amado o lo habia matado ella?

El uchiha sonrio desde su posicion de espectador. Esas escenas le daban asco, las encontraba pateticas. De repente se encontro fuera del sueño y acababa de dar dos pasos hacia atras. Entonces, recordo...

Se vio a el mismo luchando por segunda vez contra el mangekyou sharingan, esta vez sin embargo. El tenia la ventaja de la tecnica y la experiencia. La uchiha rival murio... Recordo ese combate como un flash y sus palabras.

" Demonio... comparto tu poder solo para ganarte y terminar de una vez por todas con eso.
- Cierto, solo un mangekyou sharingan puede derrotarme. sin embargo no estas ni al nivel de tu querido- Tras eso el shinobi sonrio
Maldito demonio! me lo arrebataste!! te odio!! me lo arrebataste todo!!
- Odiame, pero yo te hare sentir el verdadero significado del odio"

Desperto, sus ojos estaban abiertos de par en par. Su mangekyou sharingan restaba impasible pero sus ojos estaban marcados por las venas y ambos ojos sangraban, como si acabara de usar un amaterasu. El mismo dolor lacerante le quemo por dentro, pero no era el sello. Que era eso que sentia?

"-Sr. Uchiha... Se encuentra bien?" El tono parecia preocupado, perfecto penso. Ahora voy dando lastima al projimo? Se incorporo torpemente.

- Descansa, vigilare por si hay mas peligro

Obviamente habia aludido la pregunta, no podia permitirse mostrar debilidad. Asi que se mantubo en pie con sus cinco sentidos alerta.

Hice caso omiso a la orden de Dalmar y me levanté. Mis manos ya no temblaban, y levanté la mano hacia su rostro lentamente. Mis dedos rozaron su mejilla e intenté quitarle con cuidado esas sangrientas lagrimas, pero mi mano cayó a un lado de mi cuerpo. Me mareaba; caí sentada en el sofá con la cabeza baja e intenté respirar profundamente.

Me fijé en que mi vestido estaba manchado de sangre; mi sangre. Levanté la mirada.

-Qué eran esas marcas luminosas? Parecía que sufría usted un gran dolor- le dije, con tono preocupado.

Mi pulso estaba alterado; no sabía exactamente qué había pasado ni cuándo había empezado todo. Lo único que sabía era que tenía una extraña sensación de de-ja-vu.

Abrí mucho los ojos. Esa escena... mi profesor de música, Lawrence... moría ante mí. La verdad es que no recordaba cómo llegué exactamente a ese sitio...

La institución psiquiátrica.

Morgana se levanto y su mano se levanto tambien y fue hacia el rostro del shinobi. Este sorprendido, resto immovil. Le rozo la mejilla, en un intento quizas de quitarle la sangre? Imposible que fuera de aquello. Su mano, cayo casi instantaniamente al lado del fragil cuerpo de la muchacha. Y su cuerpo cayo al sofa. Parecia mareada, en estado de shock quizas?

Su primera reaccion fue de ayudarla, su cuerpo se movio un paso, su mano se alzo un poco. Y... paralizado, resto immovil apenas un segundo a lo que el le parecieron horas.

- Que haces? Pienas ayudarla?

aquella voz... la conocia bien, era el demonio

- Dejalo, necesita ayuda, no hay nada que temer

y esta? seria su consciencia? aunque esa voz...

- No te pongas sentimental, vale que seas un flojo y un inutil pero no tienes experiencia suficiente?

- No hay tiempo, debes ayudarla, no representa ningun peligro. Lo percibiste antes, recuerdas?

- Eso ayudala, y luego sufrirasa otra vez. Recuerdas a la que amaste? Hiciste mejor trabajo matandolas que amandolas.

- No te dejes llevar por la ira, no hay nada que temer de ella, ayudala

- Incluso la mas pequeña y fragil te ocasiono un daño irreparable, recuerdas?

- la unica debilidad de mi ser como shinobi son los sentimientos? ... era esa su voz?.... ....

Recordo, cuando fue obligado a separarse de la chiquilla que le alegro la vida. Vio cuando la encontraron los ninjas de la hoja, mientras el habia sido rechazado. Vio como se fue alegre con ellos siquiera preocupandose por su salud... - ODIO , DESESPERACION, eres debil uchiha...

- DEJADME!!

Se encontraba de rodillas y morgana estaba como en dejavu. Con la boca abierta, le habia dicho algo... Pero el uchiha habia proferido un alarido de dolor en vez de palabras. Su cuerpo le quemaba, lo veia todo rojo, y la mujer como una luz enmedio el infierno.

Los ojos del uchiha se llenaron de amargas lagrimas y durante unos segundos penso que iba a morirse. Y de repente todo paro. Sus ojos dejaron de segregar lagrimas y las que le caian por su cara se secaron de golpe. Su frente quedo amarada de sudor frio y sus ojos estaban desorbitados. Su cuerpo le parecia pesado y tintineo al ponerse de pie y volvio a caer de rodillas.

Alzo la cabeza para mirar a morgana aun con el sharingan infinito activado. Ella aun parecia como en dejavu.

- Te recuperaras

Un pensamiento le hizo volver unas pocas fuerzas. Cuando encontrara el causante de ese infierno... disfrutaria devolviendoselo con la misma moneda. Lentamente se levanto y observo alrededor suyo, el cielo volvia a ser oscuro y la lluvia seguia

Decidí pensar en todo esto en cuanto las cosas estuvieran más calmadas; no era momento de pensar en mis asuntos. No aparté la vista de Dalmar, que parecía debatirse entre dos decisiones. Su rostro estaba contraído por varios sentimientos, cayó de rodillas e intentó levantarse sin éxito.

Vi su dolor, sus ojos miraron a su izquierda como recordando algo no precisamente agradable. Su cara era una máscara de sufrimiento contenido, y odio, y...

Lágrimas.

Estaba ese joven de tan triste pasado que había sido obligado a matar a su familia y amigos, a sobrevivir, a nunca mostrar sus sentimientos... estaba llorando?

Se levantó e intentó recuperar la compostura, pero yo sabía que era sólo una actitud. Sus ojos decían que no le gustaba que se autocompadecieran de él. Pero ese sufrimiento suyo...

Me levanté. Él estaba de espaldas a mí, como buscando algo. Me acerqué a él y lo abracé, estando él de espaldas. Apoyé mi mejilla en su espalda, respiré hondo unas cuantas veces y empecé a hablar.

-Ya basta. Ese sufrimiento que cargas en tus hombros te va a acabar matando. Tu pasado, tu vida anterior... Es una maldición que te va arrancando la vida poco a poco.

Cerré los ojos a la vez que dos lágrimas caían por mis mejillas.

-Por favor, libérate de esa carga, no tienes por qué sufrir. Nadie escoge sufrir durante toda su vida, ni siquiera tú. No podrás aguantar ese dolor más... No mueras, por favor, Dalmar.

Mi tono de voz sonaba firme, pero me di cuenta algo tarde de que le estaba hablando de tú en vez de hablarle de usted, y le había llamado por su nombre de pila.

Pero esperaba por lo menos que tuviese en consideración mis palabras.

La casa estaba desolada, llena de escombros y agua. Sin embargo, el uchiha no sentia rechazo alguno por aquel lugar. El estado fisico del joven, habia mejorado bastante, apenas sentia dolor, pero si un pitido intermitente en el odio.

De repente, algo entro en contacto con su cuerpo. Unos brazos le rodearon y la mujer se apoyo en el abrazandolo por la espalda. Con esto, el uchiha se sintio como si reviviera. Noto la respiracion de la chica, era como si respirara por el.

Le hablo de *tu* y su voz sonaba firme. El shinobi, era incapaz pues de ver que unas lagrimas caian de su cara. Mas, hacia mucho tiempo que alguien no le llamaba por su nombre, apenas lo recordaba.

Otra vez se quedo sin poderse mover. Un sinfin de emociones le desbordaban. Sus ojos quedaron desorbitados y su corazon se relantizo, bajando asi su pulso. Que significaba aquello? Que eran aquellas palabras de destruccion?

" El mal siempre se vuelve hacia si mismo "

Las palabras del hokage moribundo? Imposible, sin embargo, en aquel lugar todo parecia serlo. Correr, huir... ahora mismo el uchiha solo podia pensar en eso. Debia huir de aquella mujer, de la maldita melodia y de los sentimientos que le provocaba...

No obstante, se habia jurado no volver a huir. Asi que debia quedarse, aun a costa de su propia vida y cordura. Se recordo a si mismo en su cenit, se creia invencible, no temia a nada. Y ahora...

- los sentimientos te hacen debil

- Que puedo hacer?

- Matala...

- No

- ...

- que hago? Que puedo hacer?

- Eres debil... los debiles mueren

- No puedo hacer nada

- La apatia es la muerte

- La apatia es la muerte

- Apatia es muerte...

Las manos del uchiha subieron temblorosamente hasta situarse encima de las de la mujer, las manos del uchiha estaban frias como el hielo. No sabia que hacer, sin embargo, no hacer nada significaba morir.

Avanzo unos pasos rompiendo el abrazo y se giro. Con nueva determinacion en sus ojos. Su semblande volvio a recobrar fortaleza.

- Maldicion mis ojos? por esos ojos daria mi vida, esos ojos me hacen el extraodinario shinobi que soy. Por esos ojos fui perseguido... por esos ojos mate a mucha gente inocente. Sufrimiento? Eso merezco, sin embargo llegare a dominarlo para que sirva a mis propositos.

Su voz iba cobrando fuerza a medida que hablaba

- Deberias desear mi muerte. Merezco la muerte, de echo me zafe de la muerte. Soy la antijusticia, todos los que querian mi muerte terminaron muertos. Soy el mal, sin embargo, no morire no me autodestruire como proclamaba el hokage

Poco a poco, el sello volvio a desatarse, rodeando al shinobi de marcas azules en foma de llama y dandole un aura de chackra verdeazul. Su cuerpo se encojio un poco a causa del dolor pero en un instante volvia estar de pie con la mirada llena de odio.

Noté que se separó de mí con brusquedad. Me lo temía... aún tenía mucho dolor y miedo en su interior.

-Maldición tus ojos?- repetí sin comprender- Nunca he metido tus ojos en esto, no tienen que ver con mis palabras.

Mi voz sonaba serena, ignorando las lágrimas que resbalaban por mi mentón.

-No puedes aceptar una vida cargada de sufrimiento, nuestras acciones las hacemos para no sufrir, aunque ello hubiera implicado asesinar a los que te traicionaron- lo miré fijamente a los ojos, clavando mi mirada en la suya- Y me mientes al decir que aceptas el dolor y que lo usarás en tu provecho.

Las extrañas y luminosas marcas de antes aparecieron de nuevo en la piel del joven, rodeándole de una tenue luz azul verdosa. Mis ojos se abrieron por la sorpresa.

-Por qué te empeñas en que te odie? Por qué quieres que te desee la muerte? Yo nunca te obligaría a pagar por tus pecados, nadie puede hacerlo.

Bajé la mirada, cerrando los ojos y arrugando la frente.

-Nunca te haría daño- murmuré casi inaudiblemente.

Junté mis manos entrelazando los dedos, ambas manos pegadas al cuerpo y con los hombros un poco encogidos. Levanté la mirada. A través de la barrera de lágrimas pude distinguir su expresión; me miraba con un desprecio infinito.

-Acaso... Tanto me odias?- cuestioné, con una imperceptible gota de dolor en la voz.

Su cuerpo y mente se derrumbaron. Seguia de pie pero todo por lo que habia luchado se habia desmoronado ante sus ojos. En ese instante, sus ojos volvieron a ser negros. Sus sentimientos amenazaban por salir al exterior y el shinobi nada podia hacer para impedirlo. La mujer le miraba fijamente a los ojos aunque estubieron nublados por lagrimas

No le quedaban fuerzas para rebatir las palabras de la chica" No puedes aceptar una vida cargada de sufrimiento, nuestras acciones las hacemos para no sufrir, aunque ello hubiera implicado asesinar a los que te traicionaron Y me mientes al decir que aceptas el dolor y que lo usarás en tu provecho." hubiera gustado poderle decir la verdad... El habia echo sufrir mucha gente por venganza, demasiada. Y ella le perdonaba por haber usado el dolor y la muerte en contra el mundo ninja? Tan buena era que le podia perdonar?

El torrente de emociones seguia desbordando la mente del joven. Solo tenia una cosa clara, le resultaba imposible dañar a aquella mujer. Aun por tener solo 16 años. habia vivido tantas penurias... El shinobi se pregunto si habia llegado el momento de dejar todo eso atras. Deseaba poner fin a todo eso, aunque apenas se conocian, su relacion habia alcanzado un nuevo nivel.

Sus ojos mostraron, dolor... Un dolor infinito que habia rescabrajado el alma del uchiha. Alimentado por el odio y el dolor de gente ajena... Ese era Dalmar Uchiha. Pero, en aquel entonces, volvio a ser el niño que fue de pequeño... antes de que todo se desatara en el examen de chunnin.

Lentamente, el uchiha abanzo y rodeo a morgana con sus brazos para abrazarla momentaniamente. Para acto seguido, con ambas manos, secarle las lagrimas. En ningun momento perdio de vista a la mujer.

- No... no puedo desear mal alguno contra ti

La voz le sono ronca. Pero para cualquiera que observara un poco, el uchiha estaba abatido y fatigado.... Afuera, habia cesado de llover

- Ah... uchiha... sigues la senda de la autodestruccion...

Sin embargo, ahora el uchiha no prestaba atencion a esas palabras, lentamente, el sello retrocedio.

Aunque la expresión de su cara no cambiara apenas, sus ojos reflejaron un brillo distinto. Parecía pensar en muchas cosas y pensar en mis palabras.

Entonces vi ese dolor en sus ojos, que volvieron a ser negros como el azabache. Él tenía tantas lágrimas que derramar...

"No tienes por qué cargar con eso", pensé.

Su aura cambió, ya no daba la impresión de ser un asesino sanguinario y sin sentimientos, sino su verdadero ser... Alguien que había sufrido desde niño y que hizo sufrir a los demás para evitar su propio sufrimiento.

Entonces, él se acercó a mí y me abrazó. Yo no sabía qué hacer, no me lo esperaba. Pero ese abrazo momentáneo me hizo sentir mejor, si bien esperaba que él se sintiera así también. Me secó las lágrimas mientras me dijo que no podría desearme mal alguno.

-Ni yo contra tí- le contesté sin apartar la mirada.

Entonces, esas marcas luminosas fueron desapareciendo y dejó de llover.

-Tampoco tienes por qué odiarte a ti mismo.

Sabía que me escucharía, al menos ahora. Apenas conocía a ese chico, parecía tan joven... Destrozado a muy temprana edad. No sabía por qué, sentía que debía ayudarle de alguna manera.

-Cuando matabas a tus enemigos- empecé a preguntar- A quién matabas? A los que te traicionaron? A gente inocente? O a ti mismo?

Seguía mirándolo a los ojos, sin perder detalle de su reflexión.

Cometí un error, no debí haberle dicho eso; el joven volvió a poner una muralla delante de él. No era posible...

-No tengo miedo- dije sin dudar.

Mi voz, firme y serena, hizo eco en el salón destrozado.

-De qué debería tener miedo? De la muerte? Del dolor? Yo ya no tengo miedo de nada. Y soy incapaz de odiar.

Mi rostro ahora era inexpresivo, si bien no lo era el de Dalmar. Volvía a mirarme con odio, y sus ojos volvían a ser rojos; aunque fueran aterradores, no tenía miedo.

-No los matabas a ellos. Te matabas a ti mismo.

Mi expresión se suavizó; en ningún momento aparté la mirada de sus ojos. Más que odio, veía miedo. Miedo de qué? De reconocer sus errores? De cambiar su estilo de vida? De dejar de depender del odio?

-No te sigas matando a ti mismo, Dalmar. Sé que no es lo que quieres. Tus ojos me lo han dicho. Sabes que hay algo mejor que todo esto. No soy quién para juzgar, pero...

Me callé a mitad de la frase. Mis ojos se abrieron mucho al tiempo que llevaba una mano a mi pecho. Mi corazón había dejado de latir durante cuatro segundos...

Mi visión se distorsionó; empezó a volverse borrosa y rojiza. Mi corazón volvió a bombear, pero caí de rodillas al suelo, blanca como el papel y con la frente llena de sudor. Me mareaba cada vez más. "Ahora no...", pensé. No era un buen momento para que me dieran los espasmos de la enfermedad con la que había nacido; la enfermedad que maó a mi madre y que posiblemente, me matara algún día.

Aquella situacion escapaba a la comprension del uchiha. Cada vez que creia sobreponerse a la situacion, la mujer le hacia dudar. Asi se encontraba el shinobi, intentando enteder como la mujer no le temia, como no lo odiaba?

Acaso la senda del odio tenia un nivel superior de omnisciencia? Podia llegar en dicho estado y no temer nada? Acaso que seria la lucha sin la motivacion del odio? Era eso de lo que tenia miedo el uchiha? De perder una razon de existencia?...

Recordaba... primero lucho por el clan uchiha, luego por venganza y odio. Y asi se habia regido toda su vida, dia tras dia. Pero ahora... que objetivo tenia el uchiha? Odio? Imposible, en este lugar el odio no seria sino una herramienta de autodestruccion, debia desecharlo. Pero como? Era eso lo que habia visto a la mujer dentro de el? Era de eso de lo que le queria salvar?... ... mas importante, porque lo hacia?

Incapaz de odiar... debia el shinobi aprender de ella y ser incapaz de odiar? Ver asi la verdadera escencia de los seres humanos y poder juzgarlos? No se trataba de eso, era solo un nivel mas de comprension y conocimiento?

"No te sigas matando a ti mismo, Dalmar. Sé que no es lo que quieres. Tus ojos me lo han dicho. Sabes que hay algo mejor que todo esto. " Asi pues, estaba en lo cierto. Habia visto dentro de el, habia visto mas alla que la red de odio y sufrimiento que se componia su alma. Sabia el acaso que habia algo mejor? O tenia miedo de aceptarlo? Tenia miedo del cambio?... No lo sabia, aunque fuera posible.

- Como?...

Pero la chica se estaba de rodillas, parecia haber sufrido un ataque. Estaba sudando y parecia preocupada. EL shinobi no se habia dado cuenta que, este ataque habia echo que la mujer no terminase su frase.

Se hacerco a ella, lentamente. Sus pasos eran lentos y silenciosos, cuento estubo delante suyo, se puso de cuclillas. Le cogio una mano con la suya, y con la otra se la puso en la frente llena de sudor. Estaba helada, esos espasmos o lo que fueren la habian dejado debilitada.

Tras comprovar su pulso, el uchiha la cogio del hombro, girandola de manera que con la otra mano la echo un poco hacia atras y con el otro brazo lo paso debajo las piernas un poco mas arriba de las rodillas. Cogiendola asi en brazos.

Salio del salon con Morgana en brazos, buscando las escaleras al segundo piso. En el salon hacia frio y estaba lleno de escombros y a merced del viento y los agentes metearologicos. Subio las escalas igual de lentamente y silenciosamente como antes, apenas moviendo el cuerpo de la mujer en sus seguros brazos.

Llego a una habitacion grande, por lo que debia ser la de la mujer. La piel del uchiha estaba caliente en comparacion de la de Morgana... se hacerco a la cama y antes de dejarla, quito las sabanas para cuando la dejase poderla tapar con ellas. Y asi lo hizo, dejandola suavemente en la superficie llana de la cama y tras eso tapandola.

Tras observarla un breve espacio de tiempo, el uchiha salio de la habitacion para volver a bajar al piso de abajo en busca de mas alchol revitalizante.

Noté que me cogían en brazos, y quise protestar, pero no tenía fuerzas para hacerlo. Me depositaron en mi cama y me cubrieron con las sábanas. Dejé de sentir la presencia del joven en la habitación y empecé a ver chiribitas a causa del mareo. Con un gran esfuerzo, me incorporé en la cama.

-Mis pastillas...- susurré.

Me entró un ataque de tos. No necesitaba una cama ni atenciones, sólo mis pastillas... Tosí más fuerte, tapándome la boca. Mis pulmones se calmaron y miré mis manos; había vuelto a toser sangre. No me gustaba el sabor a sangre, y tenía la boca llena de ese fluído. Salí de la cama y escupí. Abrí mi mesilla de noche y busqué desesperadamente mis pastillas para los espasmos.

A través de la neblina roja de mi mirada, pude encontrar el frasco con las cápsulas. Lo abrí con manos temblorosas y se me cayó al suelo, esparciendo la mayor parte de su contenido por el suelo. Ya las recogería luego... Ahora sólo cogí dos pastillas y me las tragué, ahí, medio de rodillas en el suelo, y me apoyé contra la cama a esperar.

Mientras esperaba, empecé a recordar... Cómo había terminado yo en esta ciudad? Recordaba que me dejaron ir de el hospital psiquiátrico hacía cosa de unos meses, y me había mudado lejos de esa ciudad. Por qué? Una sola palabra me lo decía: escapar. De qué? Qué había pasado antes de que me internaran ahí?

Los recuerdos inundaron mi mente. Vías del tren en una estación al mediodía... "Sería tan fácil", estaba pensando ahí. Luego... más sangre, una habitación con paredes acolchadas, una camisa de fuerza... Bofetadas, música de piano...

Me empecé a encontrar mejor gracias a las pastillas y sentí unas pisadas en las escaleras.

No encontro el alchol, la botella debio haberse echo añicos cuando el desastre ocurrio. El salon lleno de escombros, se encontraba iluminado por la calida luz del sol. Aun asi, el uchiha ando un poco por este comprovando lo ocurrido.

Fue cuando se hacerco al sofa, que encontro sus botas, protecciones y guantes. Se sento al sofa para ponerselo todo, sus botas con sus protecciones inferiores y sus guantes con las protecciones del antebrazo. Tras esto, desactivo su sharingan y volvio a subir las escaleras directo hacia la habitacion de la mujer.

Por el camino, siquiera penso en lo ocurrido, se habia olvidado de todo excepto de la localizacion del dormitorio de la mujer. No queria pensar en lo ocurrido, no queria dar ni una minima oportunidad al demonio.

Cuando abrio la puerta de la habitacion, se encontro a Morgana en la cama y el suelo con manchas de sangre y unas pastillas en el. Entonces recordo la razon por la que habia bajado al piso de abajo, sin embargo, ahora carecia de importacia. Pues la mujer parecia encontrarse bien, pero un poco quizas en trance.

El shinobi se hacerco lentamente a Morgana, se puso de cuclillas a su lado, estando ella en la cama, quedando asi sus ojos en la misma altura. El uchiha movio sus brazos, poniendo sus manos suavemente a las mejillas de la mujer, haciendo asi que le mirara a los ojos. El tacto de la piel del uchiha era calido.

- Es grave?

Estaban muy cerca, la mujer podia sentir el frio aliento del uchiha y aunque sus palabras fueran frias, mostraban preocupacion por el estar de la mujer. Tras ver el ataque, las manchas de sangre y las pastillas, el shinobi habia llegado a la conclusion que patia una enfermedad o quizas se la habian provocado, eso era imposible saberlo.

Él entró en la habitación y se puso en cuclillas a mi lado. Sus manos en mis mejillas me sorprendieron, no esperaba nada de contacto por su parte después de la mirada de odio de antes. Escuché su pregunta. Grave?

-Se me pasará- murmuré con un hilo de voz.

Era verdad, los espasmos tarde o temprano se pasaban. Pero siempre volvían. Aunque no los tenía desde hacía mucho tiempo.

Me volví a incorporar en la cama, con la cabeza un poco gacha y los ojos cerrados. Me imaginaba el aspecto que tendría.

-Mylady!- exclamó el joven desde la puerta- Pero qué le ocurre?

La chica levantó la vista del lavabo; estaba inclinada sobre él, con los brazos apoyados a ambos lados de la cerámica, temblorosos. Su rostro estaba blanco como la muerte, con un velo de sudor frío y unas ojeras enormes.

-No... no es nada, sr. van der Weyden...- musitó ella.

-Cómo que no? Iré a avisar a su padre ahora mismo...

-No!- exclamó Morgana.

Lawrence volvió la cabeza ante ese arrebato de energía. Pero ella cayó de rodillas.

-Acaso no ha visto cómo está?- preguntó él, asustado, acercándose a ella.

Ella tosió sangre.

-Se me pasará... No se lo diga a mi padre, por favor...

El joven la tomó en brazos y la llevó a su habitación.

Sacudí la cabeza. Estaba recordando muchas cosas últimamente.

-No es nada, ya estoy bien- le dije a Dalmar, mirándolo a los ojos y con una pequeña sonrisa casi forzada- Puedo preguntarle por qué sigue aquí, sr. Uchiha? No pretendo echarlo, simplemente me sorprende que haya querido permanecer aquí.

El uchiha no se movio, tras proncunciar unas debiles palabras, la mujer dejo de verlo y su mirada se perdio en sus recuerdos. En aquel momento, el chico rompio el contacto fisico y se sento de espaldas a la pared que se encontraba detras suyo y cerro los ojos.

No queria meterse en el pasado de la chica, fuera lo que fuere, debia enfrentarlo sola por el momento. Asi que ahora debia pensar por si mismo y dejar el odio y la ira al igual que el miedo de lado y depender solo de el mismo.

Cuando al fin volvio a hablar, el chico abrio los ojos, volviendo a establir contacto visual con la mujer. Las palabras impactaron duramente pero el shinobi las ignoro y busco la ironia para combatirlas, no dejarse seducir por el odio y la frustracion era su meta en esos instantes.

Los labios del uchiha formaron una media sonrisa sin quitar la vista de Morgana, habia una nueva determinacion en sus ojos.

- Querias que te dejara morir?

EL uchiha se levanto tras sus palabras y aun medio sonriente se dirigio lentamente hacia la ventana.

- Aunque si soy una molestia... pero no creo que quieras que me vaya.

No habia quitado en ningun instante la vista de la mujer mientras que con una mano abria la ventana.

off:

dime que hayt ventanas XD

OFF: sí, tranquilo, hay ventanas xD

ON:

Dejarme morir? No consideraba que estuviera en su naturaleza ayudar a los demás, pero aún así se había quedado.

-No iba a morir, después de todo; no ahora.

Entonces vi que iba a irse; seguramente habría interpretado al revés mis palabras. Normalmente todo me daba igual, pero ahora... no. No quería estar sola.

-No...- articulé débilmente- No se vaya, por favor...

Qué era lo que sentía? era algo que sólo experimenté una vez en mi vida: el miedo. No lo aparentaba, pero ahí estaba.

Era de noche, asi que el shinobi cerro la ventana. Igualmente que ella lo deseara, el chico no se hubiese ido. La determinacion de la mujer fue a menos, paso de hablar fuerte a hablar debilmente. Algo se habia apoderado de ella, una sensacion conocida... Miedo

Pero de que podia tener miedo? El uchiha tubo que frenar un impuslo de proteccion. Su cuerpo le pedia a voces que fuera al lado de aquella mujer y le apaciguara el sufrimiento, a costa de la vida del shinobi si fuera necesiario. Sin embargo, el cerebro se impuso al instinto.

La luz de la luna se reflejaba en los ojos del uchiha a traves de la ventana. Al parecer, la mujer no queria que se fuera y parecia determinada en seguir viva. La media sonrisa, seguia puesta en sus labios. Empezo a andar lentamente, hasta volver a estar a su lado y se volvio a poner de cuclillas, mirandola directamente a los ojos.

- No me iba a ir.... a que temes?

Sus palabras, fueron pronunciadas en un tono frio y apenas audible. Ambas manos del uchiha se pusieron encima las sabanas. Sin saber muy bien que hacer, el shinobi siguio en silencio mirando a la mujer.

Que a qué temía? Creía que nadie notaba nunca mi estado de ánimo si yo no lo quería así, cómo podía haberse dado cuenta de que tenía miedo? Lo peor no era el sentimiento, sino el no saber a qué se le temía. Al menos Dalmar no se iba a ir, de momento.

-Temer... en este momento no se me ocurre nada a lo que podría temer.

Me senté en la cama y saqué las piernas fuera, dispuesta a levantarme. Ya me encontraba mejor. Seguía estando fría como el hielo, pero por lo menos ya no estaba mareada, y lo veía todo con más claridad. Volví a toser tapándome la boca con ambas manos, las miré y volví a ver sangre. Intenté limpiarlas en las sábanas, disimulando.

-Lamento que haya sucedido todo esto, sr. Uchiha. No pretendía que en una tarde normal se desarrollaran tales acontecimientos inesperados y desagradables.

En verdad pretendía que fuera una tarde más o menos normal, pero entre el fantasma, el ataque de la persona enmascarada y mis espasmos... Vaya, no había salido nada bien. Pero aún y todo, él había decidido quedarse. Acaso le preocupaba? Y si así era, por qué? Nadie debería preocuparse por mí.

Lo miré a los ojos, esperando ver algo reflejado en ellos.

Las primeras palabras de la mujer le desconcertaron. Como podia siquiera saber que temia? Si bien es que tenia miedo de algo, aunque el uchiha estaba seguro de que era algo por la reaccion de la chica. Fue entonces, cuando el ninja tomo nueva determinacion. Se encontraba dispuesto a entender a la mujer.

Para cuanto estas reflexiones se hacian en su cabeza. Morgana se estaba levantando de la cama, el shinobi hizo lo mismo abandonando asi su posicion de cuclillas. Tosio tapandose la cara con las manos y acto seguido se las limpio disimuladamente con la sabana. El uchica se hacerco a la mujer, rodeando la cama hasta ponerse enfrente de ella.

En un primer examen rapido, pudo determinar que su temperatura corporal era baja. Su segundo examen abarco toda la zona circundante a la mujer. Eso incluia a las sabanas, que el uchiha pudo ver manchadas de sangre. Pero para cuanto eso, la mujer le habia volvido a hablar. Era imposible que se hubiese dado cuenta de su examen a las sabanas. Lo mas problable era que se pensara que la examinaba a ella preocupado por su salud.

"No pretendía que en una tarde normal se desarrollaran tales acontecimientos inesperados y desagradables" A que jugaba? Como podia fingir que estaba bien? Su sonrisa desaparecio. Lo deberia haber pensado se recrimino el shinobi, no debia haber olvidado que nadie confia en mi. Sin embargo, el no se habia ido...¿ Porque? Preocupacion? quizas. O quizas el shinobi albergara algo mas? Esa era una pregunta que facil respuesta no iba a tener.

Ella le miraba a los ojos, sin duda viendo a traves de el. Sin embargo, los ojos del joven solo habia nostalgia, pena y comprension. El no hizo comentario alguno sobre la sangre dado que al parecer no gozaba de la confianza de Morgana. Quizas ella queria que se fuera? Pero el simplemente no podia hacerlo. Aquella tarde le habia cambiado la vida.

- Tiritas de frio, abrigate. No me vuelves a llamar de tu?

Deseo no haberse ido, un sentimiento de impotencia se reflejo en sus ojos. No hacia nada en casa aquella chica, no hacia nada en aquella ciudad, no hacia nada en aquel mundo. No habia echo nada en el mundo shinobi salvo traer la destruccion. Una expresion fria y sombria se apodero del rostro del shinobi.

Vi en sus ojos un par de reflejos. Entre ellos estaba la incredulidad al intentar yo cambiar de tema, me miró como si estuviera loca.

"No será la primera vez que piensan eso", pensé.

Entonces vi que examinaba algo. El qué podría ser? Sus ojos se apartaron de los míos unos instantes, cosa que cualquier persona ignoraría excepto yo, que me consideraba observadora. Se fijaron en algo que quedaba detrás de mí. La cama, podría ser? Por la sangre que había en ella?

"Soy realmente desagradable", pensé.

Entonces oí lo que dijo. Tenía razón, debería abrigarme un poco. Me seguía pareciendo poco común que se preocupara por mi salud. Acaso había estado pensando en mis palabras? Quizá quería que tuviéramos más conversaciones, cosa que me parecía bien; me encantaría intentar ayudar a ese joven, aunque fuera a tener una sola idea clara.

Que lo llamara de tú? Había sido educada para que fuera respetuosa con los demás, no comprendía cómo había podido tutearle a alguien que apenas conocía. Pero aún así... él prefería que lo llamara de tú? O le había extrañado el repentino cambio.

-Si usted prefiere que lo llame de tú, simplemente dígamelo- le contesté entonces, cogiendo una chaqueta de punto de color marfil que había en una mesa cercana y poniéndomela.

Cada vez se encontraba mas desorientado. Cada vez que parecia hacercarse a la mujer, esta se movia alejandose de el. Era pues el shinobi un incomprendido? Verdaramente eso creia el, aunque ella simplemente se limito a ponerse una chaqueta y a responder a su pregunta.

La luna empezaba a salir y los rayos del sol, reflejados por la plateada luna se colaban por la ventana hasta reflejarse en los oscuros ojos del uchiha. Entonces creyo empezar a comprender. Para elevar su poder mas alla que cualquier ninja antes. Debia comprender y dominar las dos partes del mundo. La senda de la paz y la senda de la destruccion. El blanco y el negro, el Ying y el Yang, el odio y ... ...

Asi que el uchiha solo debia convertirse y comprender el maximo nivel del opuesto a su senda destructiva, y asi al comprender las dos partes del poder. El se podria alzar por encima, como si un dios se tratara. Adquiriendo una determinacion y conocimientos vetados por los otros humanos. Sin embargo, este camino estaria lleno de inconvenientes y dificultades. Pues, era posible que otros antes que el buscaran ese poder...

Sus ojos no reflejaron estos sentimientos, sino uno de impotencia. El uchiha supo en seguida que eso seria imposible por el, pues habia llegado demasiado lejos en su senda. Incluso por encima el limite, fuera de cualquier perdon.

Su cabeza bajo para mirarse su torso. Ahi se encontraba, la bandana de la hoja con un tajo en la mitad, dando a conocer asi su puesto de ninja renegado. Apreto sus dientes y su cara tomo un relieve grave, como si estubiera afrontando una situacion de vida o muerte.

Lentamente se sento en la cama, su brazo se alzo como si quisiera llegar al cielo.

- Como gustes

Luego, lentamente su cuerpo descendio hasta estirarse en la cama, su mano seguia intentando llegar al infinito. A los pocos segundos, la bajo lentamente hasta quedar extendida a su lado. Luego hablo con una voz calida y nueva para el. Sus ojos se perdieron en el techo

- No hay esperanza, pero no dejare que tu pasado te mate

Una expresión de desconcierto apareció en su rostro, ligera, pero ahí estaba. A qué se debería la confusión? Sólo podía intuir su estado de ánimo, no las causas. Del desconcuerto pasó a imaginarse algo, lo supe por la pequeña desviación de sus pupilas hacia la izquierda. De ahí empezó quizá a planear algo, vi una chispa de motivación en sus ojos. Pero pareció comprender algo, y pasó a la frustración.

De dónde saldrían tantas emociones? Se miró la placa de metal del pecho que tenía un símbolo rallado horizontalmente. Su semblante se tensó, lleno de amargura. Estaba segura de que esa placa tenía mucho que ver con su pasado.

La luz de la luna hacía brillar sus ojos y le daba un aura fantasmal y a la vez pacífico. Se sentó en la cama y oí ese 'como gustes'.

-Como lo he hecho antes, creo que ya no tiene remedio... te tutearé, pues- dije con una ligera sonrisa.

Se sentó en la cama y fue tumbándose gradualmente. Mientras estaba con la mano extendida, me senté a su lado en la cama, con los pies fuera, mirando por la ventana. Entonces escuché lo que dijo cuando dejó caer su brazo. Mi pasado... matarme?

"Volveré", susurró esa voz en mi mente.

Sentí que un escalofrío iba a recorrer mi espina dorsal, pero lo contuve. No podía evitar que él me encontrara, pero él... acababa de decir que me protegería de mi pasado? Lo miré a los ojos con sincera gratitud reflejada en ellos.

-Por qué?- murmuré.

No lo comprendía.

La mujer se habia sentado a su lado, justo al opuesto del que habia levantado la mano. Le miro a los ojos con un sentimiento que ¡¿GRATITUD?! debia haberlo entendido mal, si eso debia ser. Quizas fuera porque luego pregunto un ¿Por que? o quizas solo que el uchiha se intentaba esconder de la realidad que entro en razon.

De un modo u otro, aquella chica se sentia agradecida. Esbozo una media sonrisa a la par que levantaba el brazo otra vez buscando el infinito. La mujer habia sonreido sin embargo esto no habia dado alas al uchiha. Su cabeza seguia pensando con frialdad. Porque... una buena pregunta penso. Sin embargo lo que le hizo pensar fue el estado en que se encontraba la mujer... quizas su mission fuera aliberarla de su pasado y que podiera encontrar a alguien con quien vivir .... feliz?

Su cuerpo se medio incorporo, su mano paso por detras la cintura de Morgana hasta la cintura y su otra mano hizo lo mismo. Luego, en esta postura de medio abrazado, el uchiha sitro su cuerpo hacia atras hasta tumbarse en la cama. La cabeza del shinobi se encontraba justo al lado de la de la mujer, su rubia cabellera caia por la cama... Una mano del uchiha se volvio a levantar hacia el techo.

- Ves el infinito? Estas más cerca del futuro, solo tienes que liberarte de tu pasado.

Eso no era una respuesta, era una gilipollez como para excusar su acto. Su cerebro seguia trabajando freneticamente. Cuales eran sus razones para ayudarla? PAra ser mas poderoso? No, para ser buena persona? Acaso el haria algo asi? AMOR?... ... ese sentimiento aniquilador, el uchiha rechazaba calquier cosa que tubiera que ver con ese sentimiento, ya habia perdido demasiado por el. Era por eso que no sabia como reaccionar? era por eso que queria huir del lugar? Porque aquello le quitaba su condicion de dios y le rebajaba a humano?

" Negar nuestros instintos, nuestros sentimientos. Eso es lo que nos hace humanos"

- Porque no quiero que sufras...

Fue un murmuro, su frase se entrecorto. Su mano se cayo al lado de su cuerpo y la otra se extendio hacia un lado dando asi total libertad de movimiento a la chica. Acaso lo negaba? Acaso podia el amar? Que queria? Que debia hacer? Sus ojos se cerraron, como si una lucha interna hubiese empezado, como si se cerrara al mundo desechando toda posibilidad de existir.

Él sonrió a mi pregunta. Acaso le divertía? No, sus ojos no mostraban mofa alguna. En qué estaría pensando? Sabía que había algo de incredulidad en su mirada. Luego, pareció considerar algo. Posibilidades, quizá?

Cómo me gustaría escuchar algún pensamiento suyo... Estaba tan lleno de misterios...

Tan ensimismada estaba intentando deducir que me sorprendió que se incorporara, y más aún que me rodeara la cintura y me tumbara junto a él. No sabía cómo reaccionar a aquello, mi primera idea fue apartarme, pero no estaba incómoda ahí. Lo miré a los ojos. Ahora estaban tan cerca de los míos que podía determinar mejor lo que hubiera ahí escondido.

Dudas. Miles de dudas flotaban en la superficie de sus pupilas negras como la noche. Tristeza, recuerdos... él recordaba algo. Se cuestionaba muchas cosas, negaba otras, y dudaba de sus negaciones.

-Porque no quiero que sufras- murmuró él.

Esa respuesta me desorientó un tanto. Por qué no quería que sufriera? Acaso significaba algo para él?

Dalmar cerró los ojos, con las facciones algo alteradas, como si le costara pensar. Ya no podía ver en él. Inconscientemente, mi mano se elevó y acaricié con las yemas de los dedos su mejilla, con suavidad, como si quisiera aplacar su malestar.

-Yo tampoco quero que sufras- susurré entonces.

Tampoco quiero que sufras... que respuesta era esa? Eso no hacia más que dejar el uchiha aun mas sumido en la oscuridad. Quizas fuera alli donde debia estar... Sin sentimientos solo actuar. No, desecho esta teoria como muchas otras en aquel corto intervalo de tiempo.

No sabia como forjarse el futuro, solo sabia ver en su pasado y vivir su presente acorde con este. Pero, el shinobi sabia que si queria que su mente sobreviviera a aquella situacion, deberia hacer algo y rapido.

Entonces noto el tacto de las yemas de Morgana, acariciando su tez facial. Seguro que ella habia notado el incremento de calor en el cuerpo del uchiha, era eso la felicidad? Se encontraba feliz de que al fin alguien se compadiera de el... Su antiguo yo, habria matado esa persona en nombre del odio. El no necesitaba esas emociones

O quizas si? sus ojos se abrieron, dejando ver todo lo que pasaba por su mente a la mujer. Aún no sabia que hacer, sin embargo algo debia hacer ademas, por alguna razon, la mujer no habia huido de su contacto tal y como el esperaba.

- Porque?