Ficha de C.C.

Nombre : Deconocido (C.C.)

Edad: Desconocida

Sexo : Femenino

Estado Civil : Soltera

Altura: 1'67

Hobbys: Comer pizza, hacer contratos con humanos por el Geass

Fisicos :
C.C. es una joven alta de complexión delgada, de piel blanca, cabello largo color Verde Limón claro y ojos color amarillo, que sobresalen con su belleza.



Que le gusta : La pizza

Que NO le gusta: Hacer sufrir a la gente, que la dejen sola

Caracter : a menudo suele hablar en sentido despreocupado; en un tono entre enigmático y burlón lo que la hace todavía más misteriosa de lo que es. Aun así posee un corazón amable. Suele a menudo hablar en sentido despectivo hacia ella misma ya que se culpa muchas veces del daño que ha ocasionado a aquellos a quienes les transmitió el Geass así como también de las muertes de aquellas personas a quienes conoció en el pasado.


Objetovio : Ser querida

Ticks : ninguno

Sobre el Geass y poderes de C.C.:

Posee la cualidad de regenerarse de todo tipo de heridas (incluyendo aquellas que pueden matar a un ser vivo). Al ser una autodenominada bruja, C.C. posee la habilidad de efectuar contratos con cualquier ser humano al cual dota de un enigmático poder llamado Geass. El Geass otorga al poseedor, el poder de realizar su mayor deseo. Otra de sus aparentes cualidades es la de poder ver la mente de la persona que entre en contacto físico con su cuerpo o con el solo hecho de tocar un trozo de la prenda que ella traiga puesta en ese momento. Además ella tiene la habilidad de aparecer de forma holográfica, pero esto ocurre muy esporádicamente.

C.C. era una esclava de 10 años de edad que se fugó de sus amos al parecer por que la maltrataban mucho. Al huir del lugar, llegó a una iglesia donde conoció a una monja la cual se compadeció de su estado y por ello, decide hacer el "contrato del Geass" con C.C.. Al hacer el "contrato", ella recibe un Geass que le permite ser "amada" por otras personas. Con el correr de los años, su Geass le permite hacerse respetar y adquiere cierta reputación entre la gente. Al ir usando su Geass, este fue ganando poder. Al final, la monja que se lo entregó decide acabar con el "contrato": es que el poseedor del Geass debe matar al quien se lo entrego, obteniendo la inmortalidad y la capacidad de ofrecer el Geass, pero pierde la capacidad de usar el Geass.