Una tarde inesperada en la plaza

Después de una mañana en la que mi tienda había estado más concurrida de lo habitual, decidí relajarme un poco y acudir a la plaza, a ver si allí encontraba a alguien que me hiciera reir.
Tras haber estado caminando largo rato, llegué a un banco que, estando situado a la sombra, me pareció un buen lugar para descansar y ponerme a observar a las distintas personas que pasaban por allí, así que me senté, cojí una bolsita de galletitas para perros, y me dispuse a comermelas.
No habiendo pasado mucho tiempo desde que decidí sentarme en aquel lugar, vi a lo lejos la silueta de una persona con un andar un poco extraño que se acercaba a mi mientras emítia un sonido (algo siniestro pero me encantaba *w*) con una especie de caja que parecía llevar en las manos...

Mientras comía mis deliciosas galletitas caninas, me mantuve quieto en la misma posición hasta que aquella persona, que se acercaba a mi cada vez más y, como consecuencia de ello, hacía que notara el armonioso y tétrico sonido de la especie de instrumento que sustentaba.
También pude escuchar un ruido típico del crujir de la madera, cosa que me resultó bastante extraña y a la vez familiar...
Finalmente, aquella persona se detuvo frente a mi sin dejar de emitir esa melodía que yo ya supe apreciar desde un principio.
Hola, creo que no es la primera vez que nos vemos.... - me dijo
Creo que es muy probable que eso sea cierto... le respondí, pero aún no era capaz de recordar de qué me resultaba tan familiar esa persona...